nocturnas

Por las noches, cuando nos toca levantarnos, siempre pienso en todas las madres que lo estamos haciendo a la vez. En las luces encendidas. En todos los bebés que a la misma hora se alinean hambrientos, mojados, con frío, con calor, y piden a su mamá. También pienso en todos los bebés que la piden y ellas no llegan, no pueden, en los que se quedan teniendo que consolarse por ellos mismos. También pienso en las madres sin cría, porque yo fui una de ellas en esas mismas noches, que se despiertan con el sueño y el deseo de escuchar el llanto, y socorrerlo. Todas siento que nos conectamos a esas horas de la noche. Nos damos el espaldarazo para abrir los ojos y bregar con lo que toca. Y en complicidad cósmica nos abrazamos.